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TRES MEDIDAS URGENTES EN SALUD

Urge cambio de rumbo en el MINSA

Alexandro Saco

Publicado: 2017-09-21


ANULAR DL 1346 - SIS 

Derogatoria del Decreto Legislativo 1346 aprobado vía las facultades delegadas, que fue la inadecuada respuesta del gobierno a la crisis del SIS. Este DL establece que se debe desarrollar la reevaluación económica y social de cerca de la mitad de los 16 millones de afiliados, lo que viene generando enredos burocráticos enormes. Las personas vienen siendo notificadas al asistir al establecimiento sobre su reevaluación denegando su atención, o se les anuncia vía correo electrónico.

Una vez notificada la persona debe acercarse a la Municipalidad Distrital, específicamente a la Unidad Local de Evaluación (ULE), dependiente de las políticas del Ministerio del Desarrollo e Inclusión Social, que en muchos casos al tener sólo una persona encargada también del trabajo de campo, no brinda atención. Para iniciar el trámite se debe llevar copia de los DNI de toda la familia (a pesar de la ley que prohíbe la exigencia), y así fijar una fecha en la que el funcionario visita el domicilio para establecer si se merece o no el SIS.

La medida es inviable; no hay forma de objetiva ni material de evaluar la necesidad de salud de 8 millones de personas, porque todas tienen derecho a la salud. El MINSA y el SIS han tergiversado el sentido de su necesaria reforma, asumiendo que el problema son las “filtraciones”, cuando ese concepto es inaplicable para la atención de salud. Los cambios pasan por la capacidad de gestionar sus recursos, establecer criterios sanitarios generales antes que excluir a millones de un derecho adquirido y como tal protegido. Un ejemplo del absurdo: todas las personas con TBC eran afiliadas automáticamente, hoy así tengan TBC si tienen en su casa un TV moderno serán excluidas.

IMPLEMENTAR DS - 030 - PAUS

El 26 de julio de 2016 se aprobó el DS – 030 - SA “Reglamento de Quejas y Reclamos en los Establecimientos de Salud”. Esta norma reconfigura el sistema de protección de derechos de los pacientes, estableciendo en lugar de las defensorías del MINSA y ESSALUD, la obligatoriedad de que los hospitales del segundo, tercer nivel y Centros de Salud cuenten con Plataformas de Atención el Usuario (PAUS) estableciendo: 1) Procedimientos para la atención, respuesta y resolución; 2) Espació físico y al menos un trabajador encargado; 3) Acciones de promoción y difusión de los derechos en salud con la comunidad: 4) Incorporación de la PAUS en el organigrama del establecimiento y elaboración de manuales para su funcionamiento.

Las PAUS pueden convertirse en un elemento dinamizador en doble sentido. a) Rendición de cuentas desde la socialización de los problemas más sentidos por la comunidad para comprometer mejoras; b) Identificación interna desde los trabajadores de salud de situaciones a mejorarse en cuanto al trato y a los procesos de atención. En ambos casos el objetivo es elevar la calidad con el impulso conjunto en los actores.

Son cerca de 1000 establecimientos los que tienen la obligación de implementar las PAUS; a la fecha se han implementado unas 300, pero mantienen aún las limitaciones del modelo anterior que percibe las exigencias de la población como un obstáculo antes que como un impulso de mejora, debido a las resistencias de la cultura organizacional en salud. El reto es grande pero necesario no sólo para SUSALUD que supervisa y orienta el proceso, sino para todos los interesados en la mejora de la atención de salud.

ABRIR Y POTENCIAR EL PRIMER NIVEL

Una sola política bien definida bastaría para comenzar a reorientar los alcances del sistema de salud, y hay consenso en que esta pasa por la Atención Primaría de la Salud (APS) que incorpora la salud familiar, la medicina comunitaria y la general, así como la promoción y prevención en salud. Si bien el sistema desarrolla acciones en esos sentidos, no hay una coordinación nacional orgánica que apunte a un primer nivel consolidado en lo urbano y lo rural.

En lo urbano el MINSA viene desarrollado en Lima una reorganización administrativa de sus redes convertidas ahora en DIRIS, pero la propuesta al no enfrentar la segmentación poblacional (es decir atender sólo al SIS) y no tomar como eje la conjunción territorio/población/servicios, está limitando de partida su alcance; asimismo no se cuenta con la determinación de los costos para dotar de capacidad resolutiva a los Centros de Salud que serán la referencia de la red, ni se está desarrollando un trabajo con las organizaciones de Promotoras de Salud como brazo clave de APS.

Mientras los peruanos no sintamos que el sistema de salud está cerca de nuestras necesidades inmediatas, seguiremos alejados de esa puerta de entrada que es el Centro de Salud de barrio, pueblo o de distrito, o acudiremos a él ya que no hay otra opción. En este campo también es necesaria la participación de los municipios, que deben contribuir con recursos que para la salud se les entregan desde el Presupuesto Público.


Escrito por

Alexandro Saco

Corredor, activista por el derecho a la salud.


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