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MENOS FACE, MÁS POLÍTICA DE SALUD

Publicado: 2017-03-20

Que la ministra emplee la situación visitando a Evangelina o subiendo al helicóptero mientras el joven grita por la fractura, para luego subir los videos al FACE, podría entenderse: hay que hacer política y la política hoy es redes ¿no? Pero convertir las visitas inopinadas en una improductiva suma de likes es preocupante. La comprobación de los problemas de los pacientes y de las carencias del sistema, pasan a segundo plano para presentar una búsqueda de autoridad desordenada, afectando el poder que el cargo confiere. 

Una cosa es desarrollar visitas inopinadas en las que se muestren las situaciones que afectan a la gente, y por qué no evidenciar la indolencia de ciertos trabajadores; otra cosa es trasmitir en los videos del FACE la sensación de que lo que se hace en el sistema no sirve para casi nada. La responsable de la salud del país tiene un encargo diferente, que puede valerse de todos los medios comunicacionales, de acuerdo, pero que debe asumir la línea que separa el alarde de la responsabilidad.

La Ministra no escucha ni dialoga. Deja hablando a los trabajadores, busca algún gesto conciliador irrelevante luego del juzgamiento, dispone que apunten sus órdenes, indica que esto se debe resolver en una semana, y se va pal FACE. Así se está desperdiciando la oportunidad de transformar la indolencia y la precariedad en impulso para medidas a favor de la gente. Por un lado viene creciendo entre los trabajadores el síndrome Garrido Lecca, por otro se debilita la presencia ministerial in situ para futuras gestiones o acciones.

La indolencia frente a los pacientes no es novedad; se ha creado un callo muy duro en un importante sector de los trabajadores de salud, que entre la espada de los papeleos inútiles y la pared de las limitaciones objetivas para la atención, rompen la cuerda por el lado más débil: el paciente, que puede esperar horas por algo que toma minutos, perder semanas para lograr una atención que se puede dar de inmediato, ser derivado a una clínica o consultorio privado, empeorar o hasta morir por una conjunción de estos factores.

Mientras que la precariedad del sistema hace lo suyo, al no contar la mayoría de establecimientos con lo básico para brindar atención oportuna y de calidad, así como al haberse tergiversado la gestión de la atención con requisitos para la cobertura del SIS que son un crucigrama chino, cuyo llenado hace perder millones de horas de trabajo cada año.

El gobierno, y el MINSA en particular, se acercan a su simbólico noveno mes de gestión. Los resultados inmediatos anunciados y facilitados por normas de urgencia con cientos de millones de soles no se han producido, las orientaciones de mediano plazo del Power Point se han esfumado luego del ROF que desorganiza el MINSA y desalienta al funcionariado; y las medidas para trasformar el sistema de salud nunca existieron.

Lo que tenemos es un conjunto inconexo de Decretos Legislativos habiendo sido derogados los principales, un equipo ministerial escondido, menciones a la interconexión y a las historias clínicas electrónicas como cambios de fondo, un vacío de respuesta frente a lo que viene luego de las lluvias, sumado al retroceso del SIS, etc. En ese contexto menos FACE y más política pública en salud es lo que corresponde. 

Alexandro Saco


Escrito por

Alexandro Saco

Corredor, activista por el derecho a la salud.


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alexandro09538

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